Su nombre científico es Begonia semperflorens, conocida comúnmente como Begonia o Flor de azúcar. Pertenece a la familia Begoniaceae.
Es una planta muy habitual en los hogares, tanto dentro como fuera de casa por su facilidad de adaptación, también es conocida porque es una planta muy agradecida y atractiva debido a su floración y la gran variedad que hay. Actualmente engloba más de 1.500 especies, entre ellas, una de las más conocidas es la Begonia maculata.
Esta hermosa planta procede de regiones tropicales de Asia, centro y sur de América y África, aún así ha logrado hacerse un hueco en nuestros hogares debido a su versatilidad, ya que a pesar de tener un origen tropical, ha conseguido adaptarse prácticamente a cualquier clima. Y eso no es todo, debido a su gran variedad es posible encontrarlas de casi todas las formas posibles.
Antes de adentrarnos en sus cuidados debemos tener en cuenta que las begonias se pueden clasificar en varios tipos según sus raíces.
A pesar de haber tantas especies, se usan cerca de 150 en el mundo de la jardinería. Por este motivo consideramos que es importante conocer estas tres tipologías, aunque los cuidados de la planta sean prácticamente los mismos, pueden tener ligeros matices según a qué tipo correspondan.
Estas plantas cuentan con un tallo subterráneo o rizoma, que ejerce como reserva de nutrientes, es una de sus principales características. De él parten tanto las raíces que se distribuyen por el sustrato como los brotes aéreos de la planta. Algunas de las plantas rizomatosas más comunes son la Rex, Saxifraga y Masoniana.
Suelen tener hojas grandes con mucho colorido en el haz. No tolera temperaturas por debajo de los 15 grados, es una planta que disfruta de sol/sombra, aunque no demasiado sol directo porque puede afectar a sus hojas y quemarlas. Sólo admite riego cuando la capa superficial del sustrato se ha secado.
Como su nombre indica, es una planta que cuenta con bulbos en sus raíces, los cuales se encargan de guardar los nutrientes. El follaje es verde brillante, los tallos y las hojas presentan una superficie vellosa, de pelos finos.
Este tipo de plantas, entre las que figuran la Elatior o la Evansiana, exigen que seamos más constantes con el riego tanto si las cultivamos en interior como si optamos por el exterior. Puede estar en perfectas condiciones estando incluso a 13 grados, aunque para tener una buena floración debería estar a 18 grados como mínimo.
Es la más común. Su tendido radicular es como lo que conocemos en la mayoría de las plantas: tiene raíces que se van extendiendo en el sustrato buscando nutrientes. A este grupo pertenecen begonias tan habituales en las casas como la semperflorens pero, también, una de las que últimamente cautivan a los amantes de las plantas: la Begonia maculata.
Éstas disfrutan de un sustrato húmedo, pero no encharcado, así que conviene regarla con frecuencia, sobre todo en verano.
El riego debe ser frecuente, pero moderado para evitar encharcamientos, por lo contrario se podrían pudrir sus raices.
Estas plantas necesitan humedad ambiental, no recomendamos pulverizar sus hojas, pero sí poner un plato con piedras y agua bajo la maceta. La piedras ayudarán a que la base de la maceta no toque el agua directamente, así evitaremos posibles hongos o pudriciones.
Aunque las begonias sean plantas agradecidas y crezcan con facilidad es importante ayudarlas con algún fertilizante líquido para plantas con flor durante la primavera y el verano. una dosis regular de abono ayudará a nuestra begonia a florecer. Es recomendable aplicar este abono cada 15 días durante su floración. También recomendamos añadir humus o abono orgánico en su sutrato al comienzo de la primavera.
Eliminar las flores y hojas secas es fundamental para un buen desarrollo. Los trasplantes son recomendables hacerlos al inicio de la primavera o en temperaturas entre 22-27 grados.
Son bastante sensibles al frío, algunas toleran temperaturas mínimas de 13 grados, pero viven muy bien a temperaturas de hasta 28 grados. Es importante tener en cuenta que las begonias deben resguardarse de los vientos y aunque pueda estar en exterior conviene resguardarla en invierno para evitar posibles bajas.
Son plantas a las que les gusta mucho la luz, aunque no toleran muy bien el sol directo, prefieren un espacio en semisombra o sombra.
Son bastantes sensibles a caracoles o babosas si se encuentran en exterior, también suele ser atacada por pulgones o mosca blanca.
Si quieres que tus plantas crezcan lo más rápido posible, puedes ayudarte de este enraizante natural.
Lo he probado con mis begonias y ¡han crecido el doble de rápido!
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